En toda Europa y en sus periferias, obreros, trabajadores, migrantes y pobres se enfrentan a las reformas neoliberales, a la intensificación de la explotación y al racismo institucional. Los experimentos de organización transnacional contra gigantes globales como Amazon, la “huelga en las fronteras” practicada a diario por los migrantes, las mujeres que animan la huelga feminista global y los estudiantes y trabajadores huelguistas en Francia y en otros lugares: todos estos son señales de insubordinación que obligan al capital a reorganizarse. Sin embargo, la falta de una iniciativa política común a escala transnacional revela y requiere que unamos fuerzas: las luchas presentes y futuras requieren de un esfuerzo de coordinación.
Desde el comienzo, el proyecto de la huelga social transnacional ha subrayado la necesidad de crear las condiciones para el establecimiento de conexiones a través de las fronteras y para ampliar aún más el impacto de la huelga como práctica colectiva de rechazo. Reconocemos que la logística explota la diferencia entre los espacios y las condiciones y que el intento de organizar las luchas sociales y laborales a escala transnacional tiene que enfrentar la transformación logística de la producción. Para nosotros/as la logística no es simplemente un sector, sino un conjunto de prácticas y métodos utilizados para ordenar el trabajo a través de las fronteras, que produce aislamiento y fragmentación. Utilizando divisiones entre hombres y mujeres, separados por diferentes condiciones contractuales y salariales, las diferencias en el estatus, el sexo y la nacionalidad; la logística contemporánea hace que los trabajadores tengan poca oportunidad de ver sus conexiones mutuas, de cooperar y luchar juntos.
En todas partes, los sindicatos sufren ataques violentos si se niegan a estar al servicio de la gestión logística del trabajo. Sin embargo, incluso cuando deciden apoyar las luchas, la mayoría de las veces son incapaces de hacer frente a la dimensión transnacional y contrarrestar la fragmentación logística entre grupos de trabajadores con diferentes condiciones. Además, nuevas infraestructuras logísticas están emergiendo en áreas donde las prácticas sindicales son inexistentes o están deslegitimadas al punto de convertirse en simples performances, y de esa forma alteran el panorama político.
Con este meeting queremos desarrollar herramientas para fortalecer las luchas presentes y futuras a través de una comunicación transnacional contra la lógica de la fragmentación impuesta por la logística. Queremos hacer frente a las diferentes condiciones en las que trabajamos y entender cómo podemos transformar logros aislados, parciales y locales en una potencia capaz de contrarrestar la organización general de la sociedad. Vamos a luchar contra el aumento de los discursos soberanistas y nacionalistas, ya que son parte de una lógica que separa a los trabajadores y las trabajadoras mientras que fortalece el dominio del capital. Mediante el intercambio de prácticas, la construcción de un conocimiento común y la exploración de la posibilidad de plantear reivindicaciones compartidas, este meeting tiene como objetivo discutir el potencial de la huelga social transnacional contra la logística de la explotación, para apuntar más allá del estado actual de las cosas.
Invitamos a los trabajadores y trabajadoras de todas las categorías, colectivos, sindicatos y grupos a encontrarnos en Estocolmo los días 23-24 de noviembre de 2018.
¡Empujemos el desafío de la huelga social transnacional un paso más allá!