Del primer encuentro de la Huelga Social Transnacional una invitación a todos los grupos, sindicatos y colectivos para actuar y participar en el proceso hacia una huelga social transnacional.
A destacar:
Más de 150 personas se reunieron en Poznan (Polonia) para el primer encuentro de la Huelga Social Transnacional.
La nueva normalidad de austeridad y precariedad, las cadenas transnacionales de explotación y la relevancia central de la movilidad y el trabajo migrante requiere una nueva iniciativa transnacional.
La huelga es una práctica política y una herramienta que debe ser recuperada y reinventada: las luchas sociales y laborales deben encontrar un espacio político común donde conectar.
El 1 de Marzo de 2016 se propone como el día de acciones descentralizadas contra el gobierno de la movilidad que produce precariedad y pobreza para todos nosotros, y que sirva como experiencia hacia la huelga social transnacional.
Se han establecido grupos de trabajo en un proceso abierto, se planea el siguiente gran encuentro para 2016.
Texto completo:
Del 2 al 4 de Octubre 2015, más de 150 activistas, miembros de sindicatos, trabajadores, migrantes, mujeres y hombres, de Polonia, Alemania, Italia, Francia, Bosnia, Eslovenia, Suiza, Reino Unido y Lituania se reunieron en Poznan (Polonia) para el primer Encuentro de la Huelga Social Transnacional. Compartimos la necesidad de desarrollar una perspectiva estratégica para conectar políticamente allí donde la explotación y las fronteras dividen. La huelga social trasnacional es el nombre de este proceso y el objetivo final. ¿Que entendemos por huelga social transnacional y porque empezamos un proceso hacia este objetivo? En contra de las cambiantes relaciones de poder en los lugares de trabajo y la sociedad, entendemos que la huelga es una práctica política y una herramienta de lucha que debe ser recuperada y reinventada. Necesitamos nuevas formas de acción política y nuevas demandas capaces de dirigirse a la dimensión social de la explotación y de las condiciones de trabajo; dentro de la producción y en la esfera de la reproducción. La huelga puede ser un signo de insubordinación que cruza los límites establecidos de activismo y sindicalismo, países y regiones, sectores económicos, a través de la sociedad y de los lugares de trabajo. Incluso para aquellos trabajadores que no son capaces de hacer huelga de manera práctica y legal debido a la ley o a su situación precaria de vida y trabajo. Nuevas experiencias se están desarrollando y tenemos ejemplos en frente de nosotros: de las huelgas en los almacenes de Amazon en el sector logístico, en guarderías y el sector de cuidados a la huelga social organizada en Italia en 2014. De acciones de apoyo como las de Blockupy en ocasión de la huelga de trabajadores del sector textil en 2013 a nuevas formas de sindicalismo social.
A pesar de estas experiencias la huelga es hoy en día una práctica relegada mayoritariamente a disputas locales y de sector: un asunto para trabajadores permanentes, especialistas o miembros de sindicatos, a menudo usada por los sindicatos como herramienta de negociación, con pobres efectos incluso cuando son exitosas. Al mismo tiempo el mismo derecho a la huelga está bajo ataque en muchos países de Europa: los trabajadores que puede hacer huelga están menos capacitados para hacerlo y los temas en los que puede incidir están cada vez más limitados. Mientras que las luchas de los trabajadores son todavía fuertemente dependientes de formas tradicionales de organización y limitadas por las formas de acción sindical, los movimientos anti-austeridad, los cuales están creciendo en muchos países europeos, han sido capaces de elevar nuevas demandas e iniciar nuevos procesos de movilización. Sin embargo son, incluso cuando son capaces de involucrar a los sindicatos, incapaces o reticentes la mayoría de las veces a tratar temas relaciones con las condiciones de vida y de trabajo y de comunicarse con las luchas de los trabajadores. Superar los límites de las actuales formas de organización significa acabar con la división artificial entre las luchas sociales y laborales, y de traer la organización al nivel internacional, llegando a términos de una vez por todas con el hecho de que las acciones a nivel nacional son ahora claramente insuficientes para construir un poder efectivo. Las luchas sociales y laborales deben encontrar un espacio común de conexión.
Somos conscientes que este programa está lleno de complejidades, que necesita ser discutido en profundidad y traerlo a la luz. Sabemos que existen límites para superar también nuestras estructuras locales. Hemos experimentado en el encuentro en Poznan y ya en el proceso preparatorio, que no es fácil mantener un equilibrio entre actividades locales y transnacionales y que necesitamos incrementar el compromiso de comunicación política mutua. Sabemos que la huelga social transnacional será una realidad solo cuando alcancemos un acuerdo común en torno a temas clave. Pero creemos que estás son las complejidades a las que debemos enfrentarnos, estos son los límites que debemos superar: ha llegado el tiempo de adentrarse en un nuevo camino donde podemos compartir una perspectiva estratégica común y un discurso político común más allá de nuestras consciencias nacionales. Asumiendo este terreno de inicio común, hemos elaborado algunos puntos iniciales de análisis, algunas prioridades comunes y una propuesta de acciones comunes. Con esta base invitamos a todos los grupos, sindicatos y colectivos a unirse a nosotros en este proceso común.
Análisis común
Entendemos que la AUSTERIDAD es una nueva normalidad política donde la inestabilidad financiera es usada como una herramienta para adoptar programas políticos de competitividad basados en recortes salariales y de beneficios sociales, y en cambios en el marco regulador de negociaciones entre trabajadores, sindicatos y empleadores. PRECARIEDAD es la norma, salarios bajos e inseguros, miedo a ser despedido, incremento de la disciplina y empeoramiento de las condiciones laborales, empleabilidad y desempleo, incertidumbre por el futuro y los subsidios por desempleo. La precariedad produce, dentro y fuera de los lugares de trabajo, fragmentaciones y nuevas jerarquías. Compañías y empleadores organizan a lo largo de cadenas transnacionales de explotación – de la industria a logística, del transporte al cuidado – tomando ventaja de las diferencias nacionales en salarios y beneficios sociales, de la división sexual del trabajo a la actual carencia de comunicar intereses comunes claros entre los trabajadores. La relevancia creciente de los migrantes y la llamada “crisis de los refugiados” en Europa ha revelado como las luchas en torno a la movilidad y TRABAJO MIGRANTE son un campo de batalla fundamental. Hemos visto una muestra sin precedentes del poder de los migrantes, capaces de derruir los bordes físicos y de traer la crisis al corazón de Europa. Construyendo sobre décadas de racismo hacia migrantes no-UE, hay un intento por parte de la UE y sus estados miembros de canalizar y explotar los movimientos de las personas a través de los papeles de residencia y restricciones de beneficios sociales con el objetivo de hacerlos provechosos para gobiernos y empleadores. Lo que anteriormente afectaba a migrantes no-UE está afectando de manera creciente a migrantes internos y a todos los trabajadores a través de un nuevo gobierno de movilidad.
Prioridades comunes
Reconocemos la lucha sobre los salarios, beneficios sociales y libertad de movimiento como clave para luchar contra la explotación en los lugares de trabajo y para politizar y conectar las luchas y disputas transnacionalmente. Dado la centralidad política del trabajo migrante, es el momento de traer la batalla por la libertad de circulación al nivel Europeo, reclamando por tanto una visa incondicional para todos los migrantes y el derecho a la residencia, que garantice el derecho a permanecer y moverse dentro y fuera de Europa para todos nosotros. En contra de los recortes en los beneficios sociales, lo cuales son usados políticamente para limitar los movimientos de los trabajadores, y para reforzar la explotación de las mujeres tanto en los lugares de trabajo como en el hogar. Es el momento de reclamar beneficios europeos, iguales y garantizados en toda Europa y un ingreso básico, para toda la gente y basado en la residencia y no en la nacionalidad. En contra de las diferencias en salarios entre países, usados por las compañías, empleadores y gobiernos para poner en contra entre ellos a grupos de trabajadores, es la hora de discutir y reclamar un salario mínimo europeo como herramienta para construir una solidaridad y fuerza transnacional entre trabajadores. Somos conscientes de que estas demandas crean problemas y cuestiones: desde la consideración de a quién estamos reclamando estas demandas, a los medios para traducirlos al nivel local debido a las condiciones muy diferentes de vida y trabajo. Pero reconocemos que necesitamos desarrollar prioridades comunes. Por tanto, la discusión continuará en torno a cómo usar demandas comunes como herramientas para coordinar las luchas y en cómo encontrar por lo tanto intersecciones transnacionales en las luchas diarias.
Acciones Comunes
COMPROMISOS: los talleres organizados en Poznan continuarán para operar como grupos de trabajo, con el objetivo de profundizar nuestro análisis, de fortalecer la comunicación política, compartir y unir experiencias, realizar investigaciones, mapear y conectar luchas locales al marco de la huelga transnacional. El proceso de la huelga social transnacional se prevé como una reserva de herramientas, experiencias y tácticas para politizar luchas laborales, para conectar luchas sociales y laborales, y hacer que sus demandas sean escuchadas más allá de las capacidades de cada grupo o sindicato. Es un espacio de comunicación y encuentro donde diferentes figuras del mundo del trabajo pueden pensar conjuntamente como construir nuevas luchas efectivas así como las condiciones que posibilitarían la huelga social transnacional. Cualquiera que comparta los objetivos y el marco general del proceso esta invitado a unirse a nosotros. Para materializarse, la huelga social transnacional tiene que ser escuchada en toda Europa y más allá como el signo de una ola de insubordinación.
EXPERIMENTACIONES: Proponemos el 1º DE MARZO DE 2016 como el día de acciones descentralizadas, huelgas y experimentaciones hacía la huelga social transnacional. ¿Porque el 1º de Marzo? El 1º de Marzo de 2010 después del llamado desde Francia para organizar a los migrantes “24 horas sin nosotros”, tuvo lugar en Italia una huelga nacional de trabajo migrante en contra de la ley de inmigración. Esta fue la primera huelga política nacional llamada fuera de las formas tradicionales de organización. Involucró a migrantes e italianos, activistas, grupos autónomos, y se caracterizó por un uso creativo de las secciones sindicales y por diferentes formas de acción. Dada la centralidad política del trabajo migrante y la experiencia del 1º de Marzo de 2010, proponemos el 1º de Marzo de 2016 como el primer día de acciones descentralizadas y acciones y huelgas coordinadas para tomar una posición clara en contra del gobierno de la movilidad que produce precariedad y pobreza para todos. Asimismo, dado que la LOGISTICA es uno de los sectores más relevantes de la reorganización contemporánea del trabajo y la producción a través de las fronteras y un sector estratégico para los procesos de huelga transnacional, apoyaremos las actividades ya iniciadas para organizar y transnacionalizar las luchas en lugares tales como Amazon y otras empresas de logística.
AMPLIACIÓN: el proceso de la huelga social transnacional no es un colectivo ni tampoco una coordinación entre los grupos proponentes, sino una plataforma política con el objetivo de involucrar más grupos y personas a lo largo de Europa y más allá a través de un objetivo común. Nos encontraremos físicamente de nuevo al inicio del año que viene. Utilizaremos la oportunidad para encontrarnos y discutir en conexión con otras redes, tales como Blockupy. Para llevar este proceso un paso más allá tenemos que planear un segundo encuentro antes del verano. Los grupos de trabajo, encuentros físicos e iniciativas tales como el 1º de Marzo son todos pasos hacia la huelga social transnacional y para alargar el proceso.
No tentemos identidad o pasado que defender, sólo un proceso abierto para asaltar el presente.